Mensaje dirigido al servicio americano de inteligencia y otros:
No busquéis más a Snowden. Sí, ese chaval que teníais en nómina en vuestra “oficinilla” de la CIA. Resulta que no es tonto y de nada sirve que empleéis las tácticas que usa una madre para atrapar a su vástago; diciéndole cosas como: “que si va no le pasará nada malo, no te castigaremos, no te quitaremos la paga”. Mentira. Eso ya no sirve, todo el mundo sabe que cuando eras pequeño y te dejabas encandilar al final te acababa cayendo la del pulpo.
No busquéis más a Snowden. Sí, ese chaval que teníais en nómina en vuestra “oficinilla” de la CIA. Resulta que no es tonto y de nada sirve que empleéis las tácticas que usa una madre para atrapar a su vástago; diciéndole cosas como: “que si va no le pasará nada malo, no te castigaremos, no te quitaremos la paga”. Mentira. Eso ya no sirve, todo el mundo sabe que cuando eras pequeño y te dejabas encandilar al final te acababa cayendo la del pulpo.
No busquéis más
a Snowden porque está en mi casa por tiempo indefinido, amparado por las leyes
de la república independiente de mi terruño.
Tengo que decir
que pronto se ha españolizado, del mismo modo que mi colega Julián Assange que
suele venir a tomarse unas cervezas, porque el tío no perdona una siesta, pide
calimochos, bocadillos de chistorra, me pide que le lleve a las rutas guiadas
que ofrecen en las bodegas, vamos que el tío habrá engordado unos seis kilos en
lo que lleva de semana. Les gusta España porque aunque no hay trabajo hay un
clima agradable y porque existen personas como yo, siempre dispuestas a cocinar
un buen guiso.
Cuando nos juntamos los tres la liamos parda, cada uno con su portátil descargándonos el Windows pirata, escaneando archivos delicados para subirlos al blog, somos gente peligrosa y usamos el antivirus Avast que es gratuito.
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Saludos y hasta pronto.
PD: En el fondo Edward nos ha contado lo que todo el mundo sabía.
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Y Para los amantes de la lectura os recomiendo mi última novela:
