Hoy ha llegado
el advenimiento de otro ciclo que se acaba; y me recuerda que nos vamos acercando a la meta.
Siempre son más los que se van que los que se quedan. Cada uno nace con un
contrato de escasa durabilidad. Un proceso, automatizado por una máquina, que
calcula lo bien o lo mal que lo has hecho en esta vida; para decidir qué clase de
persona serás en la próxima.
Aunque me tiña
la mente de oscura melancolía, dentro de la envoltura, conservo la ilusión de un
niño. Porque hay esperanza.
Haciendo un
balance de este año 2012, que se despide, puedo decir que, a pesar de haber
tenido algún que otro contratiempo, ha sido redondo.
El año que llega
está cargado de proyectos e ilusiones nuevas, por las que luchar. Siempre hay
que buscar motivos para seguir viviendo y doy gracias por tener tantos.
Os agradezco a
todos, personas de las que no me olvido, todo el cariño y apoyo recibido. Lo
que mueve al mundo es el amor. Poseer cosas no te hace feliz. Ámate y ama y
busca en tu interior la clase de vida que te gustaría. Os dejo un vídeo para la
reflexión. Si pensáis como este hombre, sin duda, las cosas os pueden ir aún
mejor. Gracias por este año maravilloso que me habéis dado.
Un abrazo y a por el 2013.
Israel Esteban