Fuiste concebida en un segundo. Lo que tarda en crujir una nuez
intacta dentro de un fornido puño, eso es lo que tardaste tú. Unos rápidos
latigazos eléctricos, de mano de las aguerridas neuronas, bastaron para que, en
ese insignificante lapso, te fecundases y, justo después, salieras deletreada
por el aire de mi boca.
Y ahí estás asomándote. Has eclosionado en una caja de cartón
hecha a tu medida. Tú mirada es eterna, infinita. Ahora que estás aquí, quiero
que sepas que permanecerás siempre a mi lado. No temas, eres grande aunque
quepas en una de mis manos. Eres extraordinaria a pesar de haber sido concebida
en un segundo.
*Oda a “La muñeca que vio la luz del sol” por Israel Esteban
Si te ha gustado el artículo, dale al botón "me gusta" o pincha aquí para hacerlo: https://www.facebook.com/Psicomarket
Y puedes comentar, que eso también mola. 😉
Israel Esteban